Culte 18 d’octubre de 2021 (streaming)

Culte 18 d’octubre de 2021 (streaming)

Aquí tens el vídeo complet de la retransmissió en directe del culte del dia 18 d’octubre de 2021, i les notes del sermó a continuació: “Les meravelloses promeses de Déu - El Fracàs.” Ismael Gramaje

https://www.youtube.com/watch?v=DVDb5RFzk5E

LAS MARAVILLOSAS PROMESAS DE DÉU
LO QUE DIOS PROMETE
CUANDO TIENES MIEDO A FRACASAR: Ismael Gramaje, 17/10/2021

¿Qué tema tan interesante?
¿Qué nos promete Dios cuando tenemos miedo a fracasar?
La verdad es que he aprendido mucho haciendo esta predicación. Por ejemplo:
He aprendido que esto tiene un nombre, que yo no lo sabía, pero los psicólogos le han puesto un nombre a esto de tener miedo a fracasar, se llama atiquifobia. (Palabreja importante).
Pero resulta que además de que tiene un nombre, prácticamente todo el mundo la padece en algún momento de su vida.


Obviamente, para que sea patológico tiene que persistir durante un tiempo, y tiene que generar unas consecuencias sobre tu salud. Pero todos nos vemos afectados, en una u otra manera, por este miedo al fracaso. Es un miedo, además, muchas veces irracional. Aunque no necesariamente.


Vivimos en una sociedad que está enfocada al rendimiento, que está enfocada a los resultados, que está enfocada a la imagen, y esto nos hace muchas veces querer llegar a esas expectativas, cubrir esas expectativas. Como es imposible hacerlo, como veremos en esta predicación, fracasamos y vivimos constantemente con este miedo a fracasar.


Que no nos genera ningún bien. Que incluso nos hace daño, ya no solamente a nivel psicológico, a nivel físico, como personas. Obviamente, nos genera un gran mal y desde luego, como cristianos, nos impide vivir con alegría y con gozo, la vida que Dios tiene preparada y que Dios quiere para nosotros.


Es este miedo a cometer errores, a equivocarte, a no cumplir las expectativas de alguna persona, o de algunas personas, que estén a tu alrededor. Como decía, en esta sociedad es muy abundante, y suele estar muy relacionada con personas que tienen un alto nivel de exigencia. Que son autoexigentes consigo mismo, con su trabajo. Estas personas que muchas veces, es en todo poder hacer el 200 % de lo que tienen que hacer.


Hacer bien las cosas es correctísimo ¿verdad? De hecho, sería deseable que todo el mundo quisiera hacer bien las cosas, pero el 100 % ya está bien. El problema es cuando queremos pasar de ese 100%.


Los estudios recientes, como os decía, revelan que las personas con este nivel de auto exigencia tienen más problemas con la ansiedad, tiene más problemas con el estrés y más problemas para gestionar la frustración. Y cada día vemos que estas cuestiones están más presentes en nuestra sociedad, de hecho está presente en todos los grupos de edad.


Curiosamente, está aumentando muchísimo entre la gente mayor (yo también me quedaba un poco sorprendido del dato, pero es así). La gente mayor, en este caso, está relacionado porque tienen que asumir tareas que no les tocan en su edad, pero que ahora están teniendo que asumir. A veces están teniendo que hacer de padres, por ejemplo. Se les exige, y se autoexigen, volver a ser padres en una edad en la que ya, ni la energía, ni la capacidad son las mismas.


Pero también, el otro colectivo que está muy afectado por esta cuestión es el colectivo de la juventud. De hecho, en esta semana todos habéis visto, que está de moda hablar de salud mental. Ya sabéis que el Gobierno ha decidido dar 0,50€ por ciudadano, (porque es mejor decirlo así, que no decir la cantidad de millones que ellos dicen). Pero básicamente es 0,50€ por ciudadano para este grave problema que tenemos como sociedad. Y además, grave problema, que todo el mundo ha detectado especialmente después de la pandemia. Porque se han multiplicado los casos de frustración, de estrés de ansiedad, de sensación de fracaso, de vacío a raíz de la pandemia, especialmente en la juventud. La verdad es que es una epidemia. Pero dentro de toda la epidemia, que tiene que ver con la salud mental, el miedo al fracaso destaca por sí mismo.


Os pongo alguna imagen para que podamos hacernos una idea ligera, porque vamos a hacerlo a vuelo de pájaro. Podemos profundizar con tranquilidad en otro momento, pero os pongo el índice de abandono escolar, o fracaso escolar, que tenemos en nuestro país.


Tenemos el dudoso honor de estar en la primera posición del ranking con un 23,5% de índice de Fracaso Escolar. Cuando la media de la Unión Europea es el 11,9%. Esta es la realidad.
Supongo que aquí hay mucha gente que estudia. Un sector importante que, solo por edad, ya les toca, y están estudiando. Pero otros que estudiamos fuera de la edad y que seguimos con el proceso. Seguimos continuamente.
¿Cómo se puede gestionar eso?: ¡23,5%!


Seguro que aquí hay personas que están lidiando con el fracaso escolar. Que no son capaces, por diferentes razones, de cumplir con los objetivos que les tocan académicamente. Y no vamos a ponernos ahora a mirar si la culpa es de los medios, de los profesores… La realidad es que hay muchísimos jóvenes especialmente, aunque no solo, pero especialmente jóvenes, que están experimentando una sensación de fracaso diario, porque sienten que no están cumpliendo con las expectativas en sus estudios. Y a esos se les añade probablemente las expectativas que sus padres también tienen depositadas en cada uno de ellos. Porque todos queremos que nuestros hijos sean, no solamente buenos estudiantes, sino que después puedan tener un buen trabajo como resultado de esos estudios.


¿Cuántos jóvenes en esta Iglesia, y fuera de esta Iglesia, están sufriendo porque no están siendo capaces de lograr sus objetivos académicos y se sienten frustrados, y además sienten la frustración de estar no cumpliendo las expectativas de sus padres? …Es interesante.


Suicidio. Otro tema. También somos líderes, “destacando” siempre por las mejores cosas… al menos en esta predicación. Pero es cierto, este tema también es de récord en nuestro país. El suicidio, especialmente también en la juventud. Especialmente también en la juventud.


Os he puesto un resumen de noticias (diferentes noticias), que circunscriben a Castilla y León porque lo encontré solo de esta comunidad. Pero es fácil de encontrar por todas las comunidades y también de nuestro país. La verdad es que es un tema muy estudiado, porque preocupa mucho, aunque no sabemos encontrar ni dar con la tecla para darle una solución. Pero sí que preocupa mucho esta realidad. Los intentos de suicidios suben un 200% en chicas de entre 12 y 18 años.


¿Qué nivel de frustración puede tener una persona?
¿Qué sentimiento de fracaso puede haber dentro de una persona de entre 12 y 18 años, que le lleve a tomar una decisión tan drástica?
¿Cómo puede ser que suba un 200%?
¿Qué hay en la vida de esa persona, que le lleva a tal nivel de frustración?
Habría muchos temas, por los cuales tratarlo. Destacó otro: Hemos pasado de cuatro intentos de suicidios semanales de jóvenes, a más de 20, a más de 20. Esta es una foto pequeñita sobre nuestra realidad.

Pongo el foco en otra. Podría hacer una introducción poniendo el foco en muchas cosas, pero escogido intencionalmente dos temas, y ahora añado un tercero, también importante relacionado con la juventud (Aunque ninguno estamos exentos, todos estamos aquí). Pero me preocupa especialmente este campo en la juventud.

Las mejores redes sociales para los jóvenes.
Según los estudios, la más positiva para los jóvenes es YouTube a seguida de Twitter, Facebook, Snapchat y después, la última de todas ellas es Instagram. Pero curiosamente, dónde están todos nuestros jóvenes es en… Instagram.
No vamos a hacer a ver quién pasa de 1000 seguidores, porque aquí seguro que hay unos cuántos. Algunos que sigo, sé que tienen muchos seguidores. Como muchas veces hemos dicho, tener una red social y hacerla servir, no es nada malo. De hecho puede ser incluso positivo.


En la siguiente imagen vemos (en este lado de aquí) cuestiones positivas que nos puede aportar estar en una red social. Pero curiosamente, en el otro lado, tenemos todo lo que nos aporta de negativo, según los estudios más recientes (Está en inglés pero pienso que es muy fácil de traducir y especialmente para los jóvenes) Imaginaros estas diapositivas de aquí está específicamente centrado en estudios en Instagram.


No hablamos de la del resto de las redes sociales, aunque en estas semanas también ha habido muchas noticias relacionadas con Facebook. Una de sus ejecutivas ha decidido revelar cuánto tóxica es esa red social.
Pero a veamos Instagram: Genera ansiedad, depresión, soledad, sueño, relacionado mal con respecto al concepto que tenemos de nuestro cuerpo, imagen de corporal, Bullying, y eso que en castellano leeríamos FOMO. En inglés son las abreviaturas de decir: “Miedo a No Estar” (Fear Of Missing Out) Es decir, hay gente que la tiene porque todo el mundo la tiene. Y además, “lo tengo que consultar porque esto no para. Y si no la tengo, claro, dejó de existir”. Es como El Juego del Calamar. ¡Si no has visto El Juego del Calamar, no eres nadie! (Los jóvenes se ríen porque saben perfectamente de qué va) El miedo al no existir es algo que también genera las redes sociales.


Qué nivel de frustración que, indirectamente, nos pone dentro de nuestro corazón, de nuestra vida estar en una red social. Qué sensación, muchas veces de fracaso nos puede dejar e incluso sin darnos cuenta, el participar sin conocimiento, sin filtros, de las redes sociales.


Como os decía, con esto solo pretendía hacer un barrido. Un barrido con un objetivo:
Que todos fracasamos. Todos estamos expuestos a la sensación de fracaso en algún momento de nuestra vida lo vamos a padecer intensamente
Está tan estudiado, que los psicólogos le tienen puesto un nombre, y se trata como tantas otras cosas. Y como decía, a todos nos toca alguna u otra vez
¿Te preocupas por lo que los demás piensan de ti en algún momento?
¿Te preocupa por qué te sientes incapaz de llegar a dónde te habías planteado?


Y esto no tiene que ver con jóvenes. Los que padecen la crisis de los 40/50 están aquí. Tenían, o teníamos, los sueños de tener una casa, o un coche y no sé qué, no sé cuánto, una familia. Pero a veces la vida nos ha llevado a que nuestras expectativas, al final no se han hecho realidad. Y vivimos con frustración, con sensación de fracaso a donde hemos llegado en la vida.


¿Te preocupa que otras personas pierdan interés en ti. Que dejes de hacer lo que estás haciendo al nivel que lo estás haciendo y entonces ya la gente no piense en ti?
¿Te preocupa decepcionar a personas cuyas opiniones valoras?
¿Le has dicho a alguien con anticipación, que quizás eso no te va a ir muy bien o no te va a salir muy bien, para tratar de bajar sus expectativas y así poder salirte un poco mejor de la situación?
Yo creo que todos lo hemos hecho en una u otra medida. Como os decía, todos estamos expuestos al fracaso. Todos estamos expuestos a estas realidades.


Aunque he hablado concretamente de algunas de ellas, en la Palabra de Dios también encontramos ejemplos de esto. Andreu nos ha leído unos versículos de la Parábola de los Talentos. ¿Os acordáis de esa parábola? No la vamos a ver entera, pero todos la tenemos en mente:
Hay alguien que tiene mucho dinero y decide repartir entre tres de sus subalternos. A uno le da cinco talentos (en ese caso es dinero), a otro le da dos, y a otro le da a uno
Después de pasado un tiempo, viene a pedir cuentas a estos responsables que trabajan para él, de qué han hecho con esos talentos.


El primero, pues, dice que de los cinco talentos que le ha dado, ha hecho negocios y tiene cinco talentos más.
El segundo dice que con los dos talentos que le ha dado, los ha movido, ha hecho cosas y tiene dos talentos más. Es decir, que duplican lo que lo que les habían dado previamente.


Pero llega al tercero, el que tiene un talento, y cuando le preguntan dice, textualmente, que tiene un talento, que lo había enterrado, y que se lo devuelve: por lo cual, tuve miedo y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.


Me interesa esas palabras en negrita: tuve miedo. “Tuve miedo a fracasar en mis negocios”, “Tuve miedo a fracasar en las expectativas que habías depositado en mí, y entonces lo que hice, pues fue esconder los talentos que me habías dado".


¿Sabéis qué dicen los psicólogos con respecto a la atiquifobia? Que la gente que padecemos en algún momento esto, lo que tratamos de hacer es evitarlo. No nos queremos exponer, no queremos coger responsabilidades porque eso nos expone. “Nos retiramos nuestros cuarteles” a defendernos. A estar tranquilos para no tener que padecer ese fracaso, que de alguna manera nos hace padecer. Exactamente el mismo ejemplo, que en este caso es este trabajador de la parábola.


La verdad es que el miedo al fracaso, dicen los expertos, viene condicionado por tres cuestiones:
La interpretación que hacemos de la realidad. A él le dio miedo esa realidad.

Cómo gestionamos esa realidad.
La anticipación que hacemos de las posibles consecuencias. Los otros negociaron, hicieron y él podría haberse anticipado. Podría haber dicho “pues yo también negociaré y lo pondré aquí. Ganaré o perderé, pero me moveré”. Pero no, él lo que único que anticipó fue el fracaso, el mal. Tenía miedo de cómo reaccionaría el otro. Solamente vio la parte negativa.

Y por último, la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir del resultado que obtengamos.
Si las cosas te salen bien, eres un crack. Pero si las cosas te salen mal, entonces no vales para nada. Y hoy en día, vivimos en esta dicotomía. Hablaremos de esto a un poquito más adelante.

Ahora vamos a ir al grano. Vamos a mirar la Palabra.
¿Cómo podemos además desde nuestra fe, desde nuestra opción por Dios de seguir a Jesús, gestionar nosotros el miedo al fracaso?
¿Cómo podemos incluso gestionar el fracaso en sí mismo?
Porque todos vamos a fracasar. Y quizás esa es la primera cuestión que debemos tener clara. Y es que para poder neutralizar el miedo al fracaso, lo primero que debemos tener claro es que:

Todos fallamos de muchas maneras. Es inherente a la vida humana.
No importa las fotos que veamos en Instagram, en este momento donde aquel o aquella está espléndida. Con el mejor vestido y el mejor maquillaje, en el mejor momento de su vida. O aquel que está compartiendo el gran negocio que ha hecho. Porque solo nos enseñan, obviamente, la parte buena y positiva. Solo nos enseñan el deportivo y tal. Pero nunca nos enseñan todo lo que hay detrás de todo ello.


Hace poco, uno de estos instagramers, que se fue a vivir a Andorra, hacía gala de su pedazo de coche (algunos ya saben la historia por lo que veo) Hacía gala de su pedazo de coche, y se estrelló. Y el tío estaba llorando, como un niño pequeño, en su video diario, porque se había quedado sin el sueño de su vida.
Claro, muchas veces vivimos con esas expectativas. ¿Cómo gestionamos el fracaso?


Bueno, todos, todos, todos, fallamos y nos equivocamos. Es inherente a la condición humana. Todos fallamos de muchas maneras. Santiago cap. 3, No hay nadie en la tierra que haga siempre lo correcto y que no se equivoque nunca. He buscado versiones de estás súper sencillas (no Reina Valera) en algún caso lo avisaré, es una paráfrasis. Pero para que podamos entender claramente el concepto, que nadie es perfecto y todos deberíamos de asumir esa realidad. Nadie es perfecto, todos nos equivocamos. Curiosamente, no es precisamente por donde mucha gente enfoca su vida. Especialmente, cuando miramos redes sociales, televisión y todo esté en envoltorio de espectáculo que rodea la vida.


¿Qué más podemos aprender para neutralizar el fracaso? Hemos dicho, recuerda, que todos fallamos de muchas maneras.
Recuerda que ningún fracaso es definitivo, ningún fracaso es definitivo. De los fracasos se sale. Los fracasos no son mortales, no son una enfermedad terminal, gracias a Dios. Que te hayas equivocado, que haya suspendido un curso, que tengas que repetirlo, bueno… la vida sigue, y tan maravillosa como antes. Solo que en ese punto, pues no hemos estado lo más acertado, o tendremos que trabajar para reenfocarlo. Pero el fracaso no es definitivo.
De todo se sale decía mi abuela. Mi abuela, gran mujer, sabia, acostumbrada a gestionar (por la vida que le tocó a aquella generación) grandes en momentos de dificultades en su vida.


Quizás también tiene mucho que ver, la relativa comodidad con la que vivimos hoy en día, a la hora de poder gestionar y poder enfrentar el fracaso [Hablaremos de esto un poco más después]. Pero ningún fracaso es definitivo. Gracias a Dios, de los fracasos podemos salir. No es, como decía, una enfermedad terminal.
Porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará… otras tantas se levantará. Y aquí, quizás, es el punto donde tendríamos que estar poniendo el énfasis:
Ante el fracaso, perseverancia y resiliencia.


Que también hemos oído hablar en muchas predicaciones de estos conceptos. A veces tenemos que endurecernos, y como veremos, los fracasos nos pueden ayudar a mejorar y a crecer en nuestro carácter.
Pero la primera cuestión, o de las primeras cuestiones: No rendirnos. No hay que cansarse nunca de hacer el bien, porque si no nos rendimos, tendremos una buena cosecha en el momento apropiado. Por lo tanto, rendirnos no es una opción. Fracasar es una realidad de la vida, pero rendirnos ante ella no debería de ser una opción. No exageremos los fracasos, todo el mundo se equivoca, todos fracasamos, todos vamos a tener que gestionar en la vida estas cuestiones, Y como os decía, el fracaso es el camino a la meta, y tendríamos que estar viendo el fracaso de esta manera, es el camino a la meta. Eso sí, si somos lo suficientemente humildes como para poder aprender de nuestros errores y de nuestros fracasos.


Por lo tanto, los fracasos, más que una vergüenza que tengamos que ocultar, en muchas ocasiones se tendrían que convertir en los referentes que nos marcarán el camino a seguir en el futuro. Porque hemos fracasado es que podemos mejorar, porque hemos fracasado es que hemos podido llegar hasta aquí. Eso es otra manera también de ver el fracaso. Quien se niega a admitir sus errores, jamás, jamás, prosperará. (Proverbios 28)
Es importante aprender. Es importante coger todo lo que nos viene a la vida, incluso lo negativo, incluso lo malo, para poder integrarlo y superarlo, para poder crecer, para poder evolucionar. Y ya puestos, no solamente podemos aprender de los errores y fracasos propios, sino también de los errores y fracasos que otros han cometido. Porque como hemos dicho, todo el mundo fracasa. Por lo tanto, en vez de fijarnos en las vidas de esas personas que aparentemente son perfectas y que son mentira, quizás deberíamos fijarnos en las vidas de las personas sinceras honestas y normales. Que fracasan, aprenden y de las cuales nosotros también podemos aprender.


Ejemplos tenemos en la Palabra, como pongo en este versículo de 1ª Corintios: Estas cosas son advertencias escritas para que no repitamos sus errores. En la Palabra hay mucho que aprender por contraste. Se puede aprender en positivo, pero se puede aprender por contraste. En la Biblia podemos aprender mucho por contraste, porque hay muchos errores, muchas equivocaciones de las cuales tomar nota para, si es posible, nosotros no caer en ellas. Por lo tanto, es sabio aprender de tus propias experiencias, pero más sabio aún aprender de las experiencias de otros. Eso sí, si tienes que mirar a los demás, mira para aprender.


Recuerda que pase lo que pase, Dios promete usarlo para nuestro bien. Dios promete usarlo para nuestro bien …y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien. Romanos 8:28. Llevo toda la semana escuchando una canción de Travis Green (no sé si alguno conoce) que se llama en Intentional. Llevo toda la semana con esta canción en la cabeza, y básicamente es repetir este versículo. Pero tiene un mensaje: “Lo que Dios hace lo hace de manera intencional”, y Dios trabaja también con aquellas cosas malas que nos suceden, y con aquellos fracasos que tenemos en nuestra vida. Con todo ello Dios, de manera intencional, trabaja para nuestro propio bien. Por lo tanto, que interesante y que bueno verdad es agarrarnos a esta promesa. Ya que estamos hablando de las promesas que nos ayudan en la vida, y en este caso a gestionar el fracaso, está, para mí es una de las más importantes.


Hay otro versículo 2ª Corintios cap. 7, que dice: tan solo miren lo que produjo en ustedes esa tristeza que proviene de Dios, tal fervor, tal ansiedad por limpiar su nombre, tal indignación tal preocupación, tal deseo de verme, tal celo, tal disposición de castigarlo malo. Ustedes demostraron haber hecho todo lo necesario para corregir la situación.
Este versículo lo está diciendo Pablo, en la Segunda Carta a los Corintios, a una iglesia muy concreta. Es una Iglesia que sabemos por la Primera Carta, que no estaban haciendo las cosas especialmente bien. De hecho, las estaban haciendo especialmente mal. Y por eso, Pablo les manda una carta que no querríamos recibir ninguno de nosotros. En “lenguaje cristiano” decimos una exhortación, pero básicamente fue un rapapolvo impresionante, lo que Pablo le metió a los corintios. Y en su segunda carta, que es esta, les dice …oh ¿qué ha pasado? parece que habéis intentado corregir la situación. Estoy contento porque ahora veo que las cosas estáis intentando hacerlo de una manera diferente. Por eso les felicita, por eso lo ve de esta manera. La verdad es que, a veces los fracasos, las tristezas, las cuestiones que no nos van bien en la vida, nos hacen buscar más a Dios, y en este caso fue así. Por esto Pablo se lo dice.


Como digo, las cosas malas Dios las puede utilizar para nuestro bien. Porque a Dios no le interesa si llegas, o no, a una meta. Dios, en lo que está interesado en trabajar tu carácter, en que seas más maduro, que crezcas, que seas más como Jesús. Y todo lo que pasa en la vida se puede usar para ese propósito.
Así que, cuatro principios que nos pueden ayudar a gestionar el fracaso.

Pero quiero acabar la predicación con cuatro pasos prácticos. Así que atentos:
Cuatro pasos prácticos que nos ayuden a gestionar el fracaso.
No te compares con otros.


Porque como decíamos hablando de las redes sociales, al final lo que hacemos es mirarnos en otros, y no nos ayuda a poner la mirada en otro. Dios nos ha creado a cada uno de una manera única, especial, con todo mimo, con todo detalle, con toda intención. No intentes ser otra persona, sé tú mismo. No intentes y dejes, o gastes toda tu energía intentando ser como aquél, o como el otro. Procura gastar toda tu energía intentando saber y descubrir quién eres tú. ¿Qué es lo que Dios te ha dado a ti? porque es importante para Dios. Era tan importante, que ha puesto aquí por eso. Porque te ha dado una cosa exclusiva, que no le ha dado a los demás. Por lo tanto, descubre tu exclusividad, recréate en tu exclusividad y aporta con alegría y con libertad desde tu exclusividad. No intentes imitar a los demás, porque eso siempre es garantía de fracaso. Como dice la Palabra cada uno debe evaluar sus propios actos y estar satisfecho de sus logros sin compararse con los demás. No nos atrevamos a ponernos al mismo nivel de otros, que buscan o que se alaban a sí mismos. Qué interesante y qué bueno es mirarte a ti y descubrir lo que Dios ha puesto en ti, porque es único y especial. Aprovecha esa especialidad, no te dejes engañar. De esa manera nunca te sentirás fracasado, nunca te sentirás fracasado.


Redefine el significado de fracaso.
Porque fracasar, no es que no alcances tu meta. Fracasar es no haberlo intentado. Y eso es lo que honra a cada persona, intentar lo que tú buscas.
Fracasar no es que suspendas un examen o que suspendas el curso. Fracasar es no haber intentado aprobar el examen con todo esfuerzo, con toda tu capacidad. Si lo has intentado con todo esfuerzo, con toda tu capacidad, ese ha sido el resultado. Ya lo gestionaremos, como hemos visto antes, pero el fracaso no es aprobar o no. El verdadero fracaso hubiera sido no presentarte al examen si es eso lo que tú quieres hacer en tu vida. Por lo tanto, muchas hay veces redefinir lo que es fracaso, y lo que no. Uno tiene que auto evaluar sus expectativas y sus metas para saber hacia dónde va.


Voy a hacer lo mejor qué pueda hacer, con lo que tengo en este momento. Eso debería de ser nuestro objetivo. No deberíamos decir pues mira voy a sacar un 10 en tal la asignatura, sino voy a hacer lo mejor que pueda con lo que tengo en este momento.


Y eso es aplicable al trabajo, eso es aplicable a las relaciones, es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Redefinir que es fracaso y que no es fracaso en tu vida
A mí me gusta correr vale y de hecho está muy de moda correr ya desde hace unos años Hay mucha gente, pues, que te encuentras cuando vas a correr, te encuentras a un montón de gente. Y casi todos hemos participado en alguna carrera, porque cuando empiezas a correr siempre te empieza a picar el gusanillo de querer un poquito más. Ahora corro cinco km., después que recorrer diez, y después corre que recorrer media maratón, y ya estoy, a ver si hago una carrerita. Pero la mayoría de la gente no entrena y trabaja para ganar la maratón. De hecho el éxito, por ejemplo en mi caso, si participase en una maratón [que no he llegado a tanta distancia] no sería ganar la maratón, sería participar en la maratón. Eso es lo que quiero hacer, quiero disfrutar del camino como dice un famoso ciclista no es ganar la carrera es disfrutar y si además puedo ganar la carrera, pues perfecto. Por lo tanto, “Redefinir el significado de fracaso”.


Deberíamos de ver qué es lo que realmente queremos y creemos en nuestra vida. Por eso he puesto estos versículos: sin fe es imposible agradar a Dios, y de acuerdo con tu fe, así será.
¿Qué es lo que tú crees? ¿qué es lo que tú quieres? ¿qué es lo que a ti te mueve? Porque eso será el motor de tu vida. No dejes que otros te pongan metas, que no son las tuyas.

Reenfocarnos en el amor de Dios.
¿Sabéis? si hay un incendio, dicen que la contraparte del miedo a veces es la fe. Pero la contraparte del miedo en la Palabra es el amor. De hecho, si hay un incendio y me meto allí dentro a rescatar a mi hija, no lo voy a hacer por fe, lo voy a hacer por amor a mi hija. Eso va a ser lo que me va a meter allí.
Y es que el amor es la esencia del Evangelio. Y el seguimiento de Jesús es la esencia de la vida, y debería de ser el motor de nuestra vida. Enfocarnos en el amor, eso lo que va a derrotar el miedo. Jesús dijo no tengáis miedo, y nos predicó y nos habló de la esencia del amor. Os pongo unos versículos: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; …el amor todo lo sufre todo lo cree todo lo espera todo lo soporta nunca deja de ser. Por encima de la fe, por encima de la esperanza, está el amor.

Sustituye tu miedo por la fe en Jesucristo.
Porque si el amor es importante, al final Jesús es el centro que nos va a dar la energía y la fuerza suficiente para poder hacerlo. Y cuando hablo de Jesús, no hablo de una manera mística, ni de una manera espiritual. Hablo de su predicación, de su mensaje, del estilo de vida que él nos vino a proponer. Eso es lo que nos puede dar sentido a la vida y nos va a alejar del miedo, diciendo: …puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo … no temas porque yo estoy contigo.

Dos promesas más para acabar esta predicación (Ahora si quería volver a esa foto que me he pasado antes):
“Un barco está seguro en el puerto, pero no fue construido para eso”
Puedes encontrar seguridad escondiéndote, dejando pasar quizás porque tienes miedo al fracaso, pero tú no has sido creado para eso. Tú has sido creado para que, aunque te equivoques y fracases, puedas disfrutar de esta vida y puedas hacer tus propias aportaciones a esta vida en el nombre de Dios. Por lo tanto, si tú te comparas con el barco, no te quedes en el puerto porque tengas miedo a no llegar al siguiente puerto, o porque tengas miedo a equivocarte a la hora de navegar, o porque tengas miedo a hundir el barco.
¡Inténtalo! sal a navegar, aprende a navegar, disfruta de la navegación, descubre nuevos mares y nuevas tierras. Porque estoy seguro de que Dios las tiene para ti.

Dios puede ayudarnos a vencer el fracaso. Como decía, “todos los barcos están seguros en el puerto, pero no han sido construidos para eso”. Tú tampoco has sido construido para vivir en el miedo al fracaso, has sido diseñado, ha sido creado, para disfrutar de esta vida, para disfrutar de la vida que Dios nos ha regalado por medio de Jesucristo.

¡Que Dios bendiga su Palabra! ¡Que Dios nos bendiga a todos!
Que Dios nos acompañe en nuestros fracasos, en nuestras equivocaciones y nuestros errores, y que con su ayuda podamos superarlo.
Que con su ayuda podamos seguir disfrutando de la vida que Él tiene para nosotros.
¡Que el Señor nos bendiga!

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