Cinco canciones de Navidad

Cinco canciones de Navidad

Este año hemos tenido cinco canciones de Navidad que nos han introducido los cinco cultos de Adviento en la Unida. He estado involucrado en la traducción al catalán de cuatro de las cinco canciones, y me emocionaban porque todas ellas cuentan historias de personas perplejas por cómo se desarrolló la primera Navidad. Porque la Navidad, como la vida misma, está llena de sorpresas y de giros de guion que no esperas, y que muchas veces nos ponen el mundo boca abajo.

¿Las descubrimos juntos?

El profeta y el anciano

La primera canción de este ciclo de cinco es La Promesa, de Michael Card, que nos cuenta cómo el profeta Isaías profetiza la llegada del Mesías para rescatar al pueblo de Israel.
Escucha aquí.

Jahveh va dir que en el temps precís
Enviaria Llum al seu poble
La jove verge infantarà
I naixerà la Promesa.
Durant mil anys els somiadors
Somiaven amb llibertat.
Però mai haurien imaginat
Que el Messies seria
Un petit infant.

Una virgen embarazada y dando a luz al Mesías… ¿en serio? ¿Te imaginas a Isaías escribiendo esto? Levantaría una ceja de perplejidad, ¿no crees?
El autor de la canción, en el original, nos habla de los profetas soñadores que profetizaban sobre el futuro de Israel, pero que ninguno de ellos, ni en sus mejores sueños, podía imaginar la sorpresa del Mesías encarnado en un indefenso y humilde bebé.

El profeta tuvo que esperar, por fe, la llegada de la Promesa de vida, de amor y de luz a este mundo.

La Canción de Simeón

Y, en un salto en el tiempo, otro anciano que había vivido su vida esperando a un bebé para morir en paz, esperaba y esperaba la revelación que había tenido del Espíritu Santo. En La Canción de Simeón, Michael Card relata la historia de un anciano que vivió toda una vida esperando.
Escucha aquí.

“Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la redención de Israel. El Espíritu Santo estaba con él y le había revelado que no moriría sin antes ver al Cristo del Señor.”
‭‭Lucas‬ ‭2‬:‭25‬-‭26‬ ‭NVI‬

Y un día fue al templo y vio a aquel bebé que era el Mesías prometido a Israel. Me imagino a Simeón preguntándose, al final de su vida, si aquella revelación del Espíritu Santo se haría realidad. Y cuando cogió al bebé en brazos, exclamó al tener a la Promesa en brazos:

“Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.”
‭‭Lucas‬ ‭2‬:‭30‬-‭32‬ ‭NVI‬

Las dudas, la impaciencia, el paso del tiempo y el miedo a la muerte quedan diluidos en el abrazo al bebé Jesús. Mis ojos han visto la salvación. Ahora puedo morir en paz. Qué bonito, ¿verdad?

José y María: los jóvenes padres

Me ponía en la piel de esta pareja de novios al experimentar el inicio de su familia, y me imaginaba la sensación de vértigo que estarían viviendo al más puro estilo Dragon Kahn emocional y vital. Dos jóvenes prometidos enfrentados a un embarazo milagroso y anunciado por el ángel a María. ¿En serio? ¿Me lo están diciendo de verdad?

“—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin. —¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen? —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.”
‭‭Lucas‬ ‭1‬:‭30‬-‭35‬ ‭NVI‬

Bum. Menudo impacto. ¿Cómo es posible? Com pot ser això? se pregunta José en La Canción de José, en una retahíla de preguntas y dudas sobre los planes que Dios había preparado para él.

Pero si yo no soy su padre biológico… ¿Cómo podré ser un buen padre para Él? Solo soy un humilde carpintero. ¿Cómo voy a poder educar a un Rey?
Escucha aquí.

Y tras estas preguntas, la respuesta de entrega y fe que también veremos en María: “Muéstrame el camino a dónde lleven tus planes, Señor.”

¿Te suena esta oración de José? ¿Le has confesado a Dios que no entiendes nada de lo que está pasando… y que solo te queda esperar y confiar en Él?

María, ¿sabías?

Sorpresas, giros de guion, perplejidad… y rendición a los planes de Dios.
Justo lo que hace María, la joven protagonista de esta historia.

Y tras experimentar lo que cambiaría su vida para siempre, eleva un cántico a Dios que pone los pelos de punta:

“Entonces dijo María: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.”
‭‭Lucas‬ ‭1‬:‭46‬-‭50‬ ‭NVI‬‬

El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí, y su amor infinito se derrama en todas las generaciones. Y todo esto, al principio de su embarazo, cuando todavía no había dado a luz al Salvador, cuando no habían cantado las huestes de ángeles ni habían venido ni los pastores ni los sabios de Oriente a adorar a su bebé recién nacido.

¿Te imaginas lo que pensaría María de todo esto? Pero todavía quedaban muchas cosas por ver y que la canción de Buddy Greene desgrana en una sucesión de preguntas a María, cada una más grande que la anterior.
Escucha aquí.

Maria, sabies que el teu petit nadó
caminaria sobre l’aigua?
Maria, sabies que el teu petit nadó
salvaria als nostres fills?
Maria, sabies que el teu petit nadó
és el Fill de Déu?
Maria, sabies que el teu petit nadó
sanarà de tot dolor?
Sabies que el teu fill Jesús
serà l’Anyell immolat?

Y María guardaba estas cosas en su corazón. Sabía, con la certeza que solo tienen las madres, que su hijo era especial.

Emmanuel: Dios con nosotros

Y finalmente, el gran protagonista: Emmanuel. Y con no pocas sorpresas, también. El Eterno, encarnado en una faja de tiempo finito. El Rey de reyes, naciendo entre estiércol y animales. El Salvador, muriendo en una cruz por nuestros pecados.

¿La vida te sorprende con giros desagradables? Jesús sonríe de medio lado, te mira y te dice: Lo entiendo perfectamente. Tranquilo, estoy a tu lado y no te abandonaré nunca.

Por eso me emociona la canción Emmanuel, porque Michael Card hila el significado de Emmanuel, Dios con nosotros, con el maravilloso escrito de Pablo a los Romanos.
Escucha aquí.

“¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación o la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro o la espada?
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”
‭‭Romanos‬ ‭8‬:‭31-32, 35, 37-39‬ ‭DHHE‬‬

Emmanuel.
Dios con nosotros.

Y si Dios está con nosotros, ¿quién estará en contra nuestra? Nunca, nadie, en ningún lugar nos podrá separar del amor de Dios. Por eso, en esta Navidad, déjate sorprender. Abandónate a lo inesperado, abraza el Misterio y aférrate a Dios como te aferras a la barra de seguridad de la montaña rusa. Habrá giros, habrá curvas, la vida te pondrá cabeza abajo… pero no temas, Dios está a tu lado y te sujetará con su amor infinito.

Y cuando todo acabe, estarás con Él en Su casa.

Celebra con Jesús.
Celebra la Navidad.
Emmanuel.

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