Jesús: una cuestión de confianza

Jesús: una cuestión de confianza

Los discípulos de Jesús se quedaron atónitos. Y eso que se trataba del círculo más íntimo, aquellos doce aprendices que no se separaban de él. No era la primera vez que les pasaba, Jesús tenía la habilidad de dejarlos descolocados. En aquella ocasión tenían ante sí una muchedumbre, gente humilde de las aldeas de la zona que le habían seguido hasta el monte para seguir escuchando y viendo una enseñanza rompedora. El día empezaba a declinar y no tenían comida, de manera que los discípulos sugirieron al hijo del carpintero de Nazaret que dejase ya la charla y que los mandara a sus casas a cenar. Jesús les miró y les dijo: “dadles vosotros de comer”. Sus más fieles seguidores no se lo tomaron demasiado en serio, pero un chaval sí que creyó y puso delante de Jesús aquello que tenía, más bien poca cosa, insuficiente para alimentar ni tan siquiera al grupo de los doce. Sin embargo, Jesús, sólo necesitó eso para alimentar a miles. Para el Maestro no se trataba de una cuestión logística, sino de confianza, de fe. En la Església Evangèlica Unida de Terrassa hemos empezado el año repasando todo lo bueno que pasó en el 2019 y todo aquello que se puede mejorar. Como discípulos, seguimos aprendiendo la lección de Jesús: no se trata de cuánto tenemos o de qué buenos seamos en algo, sino de si estamos dispuesto a ponerlo a sus pies. Es una cuestión de confianza.

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