Tormentas de verano

Tormentas de verano

Una tarde de este pasado mes de agosto estábamos jugando a cartas con mi familia en la terraza de nuestra casa de verano. Un momento relajado, al atardecer, lleno de buenas risas y buen ambiente. Verano, en definitiva.

Una ráfaga de viento y una tormenta

De repente, una ráfaga de viento y el sonido intenso de las hojas de los árboles son el preludio de que algo iba a suceder. 

El estruendo de los truenos fue el detonador de una tormenta de verano que descargó durante un buen rato las grandes nubes que habían acumulado en silencio litros y litros de agua en los cielos. Sumidos en un calor sofocante, no nos dábamos cuenta de lo que estaba sucediendo miles de metros por encima de nuestras cabezas.

Truenos, lluvia, humedad, viento… Parecía que la partida iba a llegar a su fin… pero no. Por suerte nos habíamos situado debajo del balcón y teníamos techo sobre nuestras cabezas. El agua caía por toda la terraza, pero la zona donde nos encontrábamos estaba seca y al abrigo de la tormenta. 

Desde aquel refugio que no habíamos planeado pudimos disfrutar el milagro de la lluvia y la mezcla de sensaciones que supone estar inmerso en una tormenta… sin mojarse. El divertimento de las cartas dio paso a la admiración de la fuerza de la naturaleza, donde la lluvia es cada vez un espectáculo más escaso y digno de contemplar en primera línea.

Salmo 91

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”

Este fue el versículo del Salmo 91 que vino automáticamente a mi cabeza. Si a nuestro alrededor podíamos percibir la fuerza de la tormenta, nuestra situación bajo la construcción del balcón nos resguardaba completamente de la lluvia y el viento. 

Estábamos viviendo la tormenta pero no estábamos sufriendo sus consecuencias. Vivir al abrigo de una construcción sólida y fuerte nos salvó de una inesperada mojadina estival. Vivir al abrigo del Altísimo, habitar en la presencia de Dios día a día, hora a hora, no solo una cita semanal, sino en una vivienda diaria llena de la presencia de Dios y de su espíritu, nos puede evitar sustos y consecuencias mayores de las consecuencias de la vida. 

Ojo, no nos va a quitar decepciones, frustraciones, fracasos, enfermedades, angustias. Las vamos a tener, puedes estar seguro, pero las vamos a vivir bajo el cuidado y la gracia de Dios, que te va a dar fuerzas en medio de la tempestad.

Morará bajo la sombra del Omnipotente…

¿Has buscado la sombra este verano? Te ha mordido el sol mientras caminabas por la montaña o la playa este verano? ¿Qué has sentido cuando encontrabas una buena sombra? Alivio, ¿verdad? ¿Te sentías protegida? ¿Notabas descanso? 

Mientras contemplaba la lluvia bajo el balcón yo sentía este alivio bajo el ala del balcón. Menos mal que no estoy ahí fuera… pensaba en ese momento. Y si has pasado calor este verano, imagina el autor del Salmo anhelando una sombra en el desierto de Israel.

Este autor identifica una buena sombra con su morada bajo la protección de Dios. Y en esa morada vives protegido, descansas en Él y puedes tener paz y protección. No te olvides que Dios es Omnipotente: nada hay imposible para Él. Nada. 

Y ese gran problema que te quita el sueño es una mota de polvo para el que ha creado el universo con su palabra. Puedes descansar tranquila bajo la sombra de su morada. Vive bajo la fe y la certeza de que Dios está a tu lado siempre, en lo bueno y en lo malo, y que a pesar de la fragilidad de nuestras vidas y de que nuestra situación puede cambiar en un momento, vive aferrado a las promesas de la Biblia.

«Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;»

‭‭2 Corintios‬ ‭4:7-9‬

Recuerda que somos vasos de barro, pero vivimos en la morada firme y el abrigo de nuestro Dios Todopoderoso. En tu próxima tormenta recuerda su promesa:
 

«Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.»

‭‭Éxodo‬ ‭14:14‬ ‭

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