Dios, pues va a ser que no

Dios, pues va a ser que no

Parece un poco tonto por parte de Dios que nos haya dado la posibilidad de decirle que no. De hecho, la negativa por respuesta ha sido la abrumadora constante en la historia. Quizá sea por eso que cuando alguien responde con un se monta una buena fiesta en el cielo, tal como reveló Jesús a sus discípulos.

Comunicación de Dios con el ser humano

La Biblia es, en esencia, una aproximación a la comunicación de Dios con el ser humano. La Biblia nos habla de lo que Dios dice sobre sí mismo, sobre quiénes somos nosotros, sobre este suelo que pisamos, sobre ese tiempo que se esfuma, y esos grandes ¿por qué? y ¿para qué?

Para que esa comunicación sea efectiva, sin embargo, requiere en los receptores la disposición de escuchar esas palabras, darles crédito y actuar en consecuencia. 

Esta colección de libros nos muestra diferentes maneras de decirle no a Dios, algunas más evidentes y otras un poco más sutiles.

Por ejemplo, en el Génesis, cuándo Abraham y Sara consideraron que la promesa de un hijo que les había dado Dios no era demasiado realista por Su parte, ellos optaron por el plan B. Allí nació Ismael, hijo de Agar y Abraham. Un precioso niño, de carácter, con personalidad, diestro en la caza; pero que fue la víctima de un sutil no a Dios. Luego nacería Isaac, tal y como Dios había provisto: el drama estaba servido.

Consecuencias de decir no

Por eso, es cuanto menos curioso, y muy elocuente sobre el concepto de libertad, que Dios le haya dado al hombre la capacidad decirle no a Él.

Si yo fuera dios, nunca se me hubiera pasado por la cabeza dar ese tipo de libertad al encargado de gestionar la Tierra. Me da hasta vergüenza pensar cómo tratamos de resolver el desaguisado que le hemos hecho a este planeta: con cumbres y cuotas. 

Debemos asumir que decirle no a Dios trae consigo consecuencias. Antes que castigos, lo que suele ocurrir es una degradación lógica de las situaciones.

Si dejamos de beber, notaremos como nuestro cuerpo se debilita y enferma: no es un castigo, es lo que hay. Solo con ver algún reality en Dmax nos daremos cuenta de esta realidad.

Si dejamos a Dios, si negamos su inteligencia y sabiduría, su amor y su justicia; si negamos que Él domina la situación y que sostiene el Universo en la palma de su mano; seremos como esos racimos cortados de la vid, que se marchitan, tal y como nos advirtió Jesús.

Así pues, no caminemos como quién no tiene acceso al agua, porque la fuente limpia está ahí mismo, y respondamos con un humilde y contundente:

Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. Juan 6:68

Comentaris