La hora oscura de Getsemaní

La hora oscura de Getsemaní

Acabamos de celebrar estos días la Semana Santa y hemos leído y recordado los acontecimientos de la pasión de Jesús y su resurrección. Uno de los momentos que me impacta es el momento de soledad y tristeza que vive Jesús en el Huerto de los Olivos

La tumba vacía asombra. La cruz estremece. Pero la tristeza del alma de Jesús en aquel jardín es realmente escalofriante.

La canción de Michael Card In the Garden describe este momento de una manera sublime.

Jesús, humano

La última noche de Jesús con sus discípulos es una montaña rusa de emociones, y de madrugada acude a orar a Getsemaní y les pide a Pedro, Jacobo y Juan que le acompañen. Y allí les confiesa su angustia de muerte.

Jesús, el maestro, el hacedor de milagros, el que calma las tormentas con su voz, revela un momento de agónica ansiedad. Percibe y presiente su muerte en la cruz. Corrijo, tiene la certeza de su muerte en la cruz porque conoce el plan desde el principio, y por eso me impacta la humanidad de Jesús en el olivar de Getsemaní.

El nombre ya lo indica, la prensa del aceite, donde las olivas son trituradas para soltar el aceite. Y no es casualidad poética que Jesús nos desnude allí su alma triturada por la agonía de lo que ha de venir y a causa de la presión angustiante de sus pensamientos llegue a sudar gotas de sangre.

Seguro que vosotros también habréis vivido momentos en los que un pellizco en el pecho os congela el corazón y el alma… Una grave noticia, una noche en urgencias, una espera interminable ante un desenlace poco halagüeño…

Y Jesús, abiertamente humano, reacciona como tú y como yo cuando estamos paralizados por el miedo. Papá, por favor, sálvame. Que pase pronto este trance. Jesús tiene miedo como tú y como yo y no se esconde en mostrar su total vulnerabilidad. Jesús está angustiado, como tú y como yo. 

Y tiene dudas, como tú y como yo. 

Nervioso ora al Padre: “Por favor, papá, quita de mí esta copa. Evítame este mal rato, por favor.”

Nervioso, va a buscar a sus discípulos que están dormidos. Qué momentos de angustia para Jesús, y qué gran soledad. Como a veces podemos experimentar nosotros cuando vienen mal dadas.

Estoy convencido de que la claridad de la luna llena de aquella noche no fue suficiente para iluminar la oscuridad de las emociones de Jesús en aquellos momentos.

La voluntad de Dios

Y volvió a orar al Padre pidiendo de nuevo una absolución que nunca llegaría. Y pronunció las palabras que lo cambiarían todo: “pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”

El evangelio de Lucas nos añade el detalle de la presencia de un ángel que seguramente le reconfortaría. ¿Por qué no aparecieron las huestes que cantaron en su nacimiento? No lo sabemos, pero sí vemos que hay silencio en la última noche. Quizás el ángel no tendría palabras para consolar al Hijo de Dios y prefiriera consolar con el calor de su presencia y no arruinarla con palabras.

Pasa la noche, pasa la hora más oscura y llega el alba, y con ella el amigo traidor. Vamos, ha llegado la hora. El camino a la cruz está más cerca, pero la pasión de Cristo y su agonía habían empezado hacía horas.

Recordáis la frase ¿Qué haría Jesús?. Está en el modo condicional. El tiempo de expresar las hipótesis. Una frase para sopesar opciones… ¿Y si…?

Lo maravilloso de la misión de Jesús no es preguntarse lo que haría Él, sino alegrarse hasta el infinito por lo que ha hecho. Y este tiempo verbal es el presente perfecto, el que habla de los hechos consumados. El que presenta una evidencia con efecto en el ahora.

Presente perfecto

¿Qué ha hecho Jesús? Obedecer, con dolor, con angustia, con llanto. Obedecer.

Dios Padre tiene un plan. No quiere que nadie se pierda, y por ello no escatima ni el dolor, ni la angustia ni la vida de su hijo.

Sin Getsemaní no hay Gólgota ni una tumba vacía más tarde.

Jesús ha muerto por ti y por mí

Jesús ha resucitado por ti y por mí.

Presente perfecto.

Disfruta ahora del Gospel de Wilma Ann y de su canción en la que da toda la Gloria a Dios por las cosas que ha hecho.

Con su sangre Él me ha salvado.
Con su poder Él me ha levantado.
A Dios sea la Gloria
Por las cosas que ha hecho.

To God be the glory
For the things He has done
With His blood He has saved me
With His power He has raised me
To God be the glory
For the things He has done

 

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